Según estadísticas, cada minuto se talan más
de cuarenta hectáreas. En los últimos años se ha perdido una extensión del
tamaño de países como Chile. Todo esto ha sido a causa del mundo de corrupción
e imposición en el que todos somos víctimas, víctimas de las talas y
apropiaciones ilegales, extorciones y la esclavitud.
Los que más explotan la Amazonia
incontroladamente son las empresas ganaderas y madereras y hasta hoy nadie ha
podido hacer nada para frenarlo. Uno de los principales obstáculos es que el
territorio es bastante extenso, de manera que es difícil que activistas logren
hacer algo al respecto.
La mano de obra brasileña es una de las
herramientas más fácil de conseguir y manipular. Los habitantes de clase baja
de ese país regularmente no tienes educación. Esto facilita a las empresas a
tener hasta 40,000 trabajadores, que por las condiciones en las que los tienes,
se les podría llamar esclavos.
También la corrupción juega un gran papel
aquí. Pues hasta hoy, ningún gobierno brasileño ha podido o querido hacer
frente a la explotación de la selva.
Muchos han intentado detener este atropello
pero nadie lo ha logrado. Unos han muerto, otros han callado o peor aún, se
unen a su movimiento cuando ven el beneficio que pueden obtener a cambio de
atentar contra el principal pulmón de nuestro planeta.
Por: Jacaranda Partida